6 de octubre de 2009

COMO LA LIEBRE

Como en el cuento donde la tortuga le disputa una carrera a la liebre, me propuse correr contra tu recuerdo.

Como la liebre, voy confiado de mis ventajas, seguro de manejar las distancias. Voy convencido de que al voltear ya no voy a verte: ha de ser suficiente saber que no estás en mi camino.
Como en el cuento -como la liebre- voy pisando confiado el suelo que conozco: ya enfrenté justas como esta en el pasado, pensaba. No necesito correr.

Pero al intentar pasar la página, la historia que ya conozco no deja de sorprenderme. Y cada vez que levanto la vista encuentro rastros de vos que -como en el cuento, la tortuga- te multiplicás en los rincones.
Y no importa cuánto corra ni en qué dirección: el camino ya está marcado por tus huellas, que lo surcaron un instante antes de mí.

Como en el cuento donde la tortuga le disputa una carrera a la liebre, me propuse correr contra tu recuerdo... y he perdido cada día desde entonces.

Y ahora no sé si era un cuento o será una fábula. Pero... es que no me gusta la moraleja.

20 de agosto de 2009

BREVE Y PERFECTA













Ella es perfecta
como la gota de agua,
que luego de la lluvia,
pendula de la hoja.

Ella es tan perfecta...
que no lo sabe
y aún pendula como una gota,
en mi alma seca.

16 de agosto de 2009

ESCRIBIR SOBRE MI


Como diría Dalmiro Saenz, escribir sobre mi es complicado: prefiero escribir sobre la mesa.
Igual la mesa no dice nada de mí.
Complicado sería que la cama hablara de mi.
Hablar es complicado.
Pero complicado-complicado es tratar de entender a las mujeres.
Igual las mujeres siguen siendo mi razon y mi excusa para todo.
Para hablar y no hablar.
Porque para no hablar siempre hay excusas.
Pero para hablar hay que buscarlas.
Y en los ojos de una mujer hay montones.
Y hay montones de ojos para mirar.
Pero, ¿acaso se miran los ojos o se refleja la propia mirada?
Echo una mirada sobre tus ojos y pienso: "esos ojos no dicen nada de mí".
Aún.
Pero, ¿qué podrían decir tus ojos?
Me gusta más pensar que lo digan tus labios.
Los labios que son dos.
Nunca lo pensé matemáticamente, pero...
qué lindo cuando se multiplican!
Dos son un número natural, pero cuatro... ya es complejo.
Igual tus labios no dicen nada de mí.
Aún.
Cuando lo hagan, podrás conversar con la cama.
Quién te dice... quizás hasta tengan algún tema en común del que charlar.

24 de mayo de 2009

ORDENADAMENTE


Podría nada más repetírtelo. Decirlo de mil formas distintas. Escribirlo en letras de forma, con colores, arabescos, fondos y dibujos.
No sería lo mismo.

Igual que una sonrisa, una mirada... un beso, las palabras tienen una vida perdurable. Sólo perdura su recuerdo, su sonido... o como mucho, la marca del rouge en un pañuelo. Pero su vida es breve. Fugaz.

Las palabras están hechas para morir. Por fortuna.
Solo reencarnan cuando se reordenan, cuando forman filas y marchan en frases... marcando el paso sobre el batiente de un corazón que redobla.

Ahora podría nada más repetírtelas... pero serían palabras sin vida.
Una naturaleza muerta. Una anti-naturaleza muy viva.
Un obituario de flores y frutas que ya no perfuman.

Prefiero en cambio limpiar la tela. Pintar una escena nueva... y pincelar con los mismos colores una obra distinta.

Podría nada más repetírtelas... y poner a prueba mi capacidad de reciclarme.
Pero tengo la impresión, muy dentro mío, que nada te gustaría más que guardar aquella pintura... esa naturaleza muerta que significa tanto para vos:

"Es lindo ver algo desordenado como tu pelo tan cerca de unos ojos tan ordenadamente lindos".