6 de octubre de 2009

COMO LA LIEBRE

Como en el cuento donde la tortuga le disputa una carrera a la liebre, me propuse correr contra tu recuerdo.

Como la liebre, voy confiado de mis ventajas, seguro de manejar las distancias. Voy convencido de que al voltear ya no voy a verte: ha de ser suficiente saber que no estás en mi camino.
Como en el cuento -como la liebre- voy pisando confiado el suelo que conozco: ya enfrenté justas como esta en el pasado, pensaba. No necesito correr.

Pero al intentar pasar la página, la historia que ya conozco no deja de sorprenderme. Y cada vez que levanto la vista encuentro rastros de vos que -como en el cuento, la tortuga- te multiplicás en los rincones.
Y no importa cuánto corra ni en qué dirección: el camino ya está marcado por tus huellas, que lo surcaron un instante antes de mí.

Como en el cuento donde la tortuga le disputa una carrera a la liebre, me propuse correr contra tu recuerdo... y he perdido cada día desde entonces.

Y ahora no sé si era un cuento o será una fábula. Pero... es que no me gusta la moraleja.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy difícil correr contra algo que está dentro de uno mismo... cuál es la necesidad de olvidar? Acaso podemos decir: "nada pasó"? cuando en realidad sí ocurrió he incluso fue maravilloso???
Imposible Sr. Kalenberg, no intente olvidar algo que lo hizo feliz, lo necesitará en momentos que no tenga razones para sonreír.

GABRIEL KALENBERG dijo...

No quiero olvidar. Solo quisiera no tenerlo tan presente todo el día. Solo quisiera no extrañar tanto esas hermosas razones para sonreír... ahora que lo necesito tanto. Gracias por tu comentario!

Anónimo dijo...

MIRANDO FIJAMENTE ESTA POESÍA, CLAVANDO EL IRIS EN ESTE GRAN OJO, OBSERVO COMO CADA RECUERDO QUE TE SORPRENDE FUE GRABADO UN INSTANTE ANTES DE MÍ.

OPINO QUE LLEGUÉ TARDE A LA SESIÓN DE FOTOS DEL ALMA. Y AL VER TU BOOK NO SALGO EN NINGUNA.

GABRIEL KALENBERG dijo...

Las palabras en este blog, no tienen fecha cierta de creación, ni de publicación... ni de vencimiento. Son recuerdos que vienen, siempre. Las imágenes nunca se van. Y la sesión de foto recuerdos nunca cesa. Basta peinarse para salir en la foto.

Anónimo dijo...

LES PASA A VECES QUE SE PEINAN, SE ARREGLAN, SE ENROPAN EN ALGO SENTADOR; Y HASTA SE PONEN UN TOUCH DE PERFUME AUNQUE NO SEA NECESARIO, Y LLEGAN CUANDO EL FOTÓGRAFO ESTÁ GUARDANDO LA CÁMARA?

A MÍ NO. NUNCA.

COINCIDO. LA MORALEJA TAMPOCO ME GUSTA.

Gabi dijo...

Coincido absolutamente....nunca se debe olvidar a quien estuvo tan cerca nuestro, sería como negar una parte nuestra, arrancar hojas de nuestra historia.... Sólo hay que llegar a transformar esos recuerdos en recuerdos que traigan sonrisas por lo vivido. Cuesta, debe pasar un tiempo... pero siempre se llega al recuerdo bueno y sanador (gracias a Dios!) :D