24 de octubre de 2007

FASE


Dicen que gira alrededor de la tierra. Y que no es que se esconda de día, sino que prefiere la complicidad de la noche para mostrarse.
Dicen que mientras da vueltas alrededor nuestro, se mueve para coquetearnos, y para que el sol la maquille todos los días de modo distinto.
Dicen –dicen- que es cambiante, fluctuante y ciclotímica, y que hay una cara que nunca nos muestra.
Dicen que tiene un nombre que todos conocen… pero también montones de apodos, que sus amantes pronuncian cuando ella entra al cuarto. La emoción creciente. La paciencia menguante. La mirada nueva. El alma llena.

Cuando Neil (porque dicen que Neil se llamaba su primer amante) al fin pudo tocarla, no pudo menos que acordarse de todos quienes –desde lejos- la pretendían.
“Es un pequeño paso para el hombre…”, le susurró él. Y ella, que al fin se sintió llena y al mismo tiempo acompañada. Al fin mostró su piel desnuda y blanca a la humanidad.

Desde entonces ya nada fue igual. Y fue imposible dejar de mirarla cuando descubre de sombras un hombro primero, el otro después, para dejar caer –finalmente- su vestido de sombras y entregarse al placer de iluminarnos la noche, la piel y la sonrisa.

Dicen que sonríe. Aunque no pueda verla desde acá. O al menos me gusta que eso crea, para que no le de vergüenza y se esconda otra vez en el cuarto. Crecientes las ganas, pero menguante la mirada.

8 comentarios:

Graciela L Arguello dijo...

Bellísimo, Gabriel. Algunas imágenes son decididamente perfectas, por ejemplo la última. Me encantó, te mando un beso, Gracielaleo

Taio dijo...

Gabriel: no encuentro buenas palabras para decribir la satisfacción que siento al leer tus escritos. Excelentes!! Tenés el poder de poner en palabras simples y cotidianas los sentimientos y pensamientos mas complejos... esta es mi primera visita, devoré todos los post y prometo volver, estoy encantada!!
Coincido plenamente en el derecho a estar tristes... a veces hace falta ver de lejos para poder ver de cerca: el dolor y la tristeza nos alejan de ciertas cosas cotidianas que por lo general no valoramos por ser justamente cotidianas, pero sin las cuales nuestra vida estaría llena de agujeros desolados.
Felicitaciones!!
(Mi mail está en mi perfil ;) )
Ta lueeego...


Naty (en hora libre de la UMass)

Anónimo dijo...

LA CONFUSIÓN CRECIENTE. LA REALIDAD MENGUANTE. UNA LÁGRIMA NUEVA. LA IMPULSIVIDAD LLENA.

DESDE ENTONCES YA NADA FUE IGUAL.

LA FLOR Q RENACE DE TUS ROCAS ME PETRIFICA. PERO CADA CINCELADA DE TUS PALABRAS ME MOLDEAN HUMANA.

So dijo...

Es maravilloso tu relato y maravillosa la manera de describirlo. Te felicito por la fluidez de tus palabras.

Saludos

Sophie

Anónimo dijo...

AL RELEERLO FANTASEO CON UNA QUINTA FASE: EL ECLIPSE DE LUNA.

LA CONTEMPLACIÓN CRECIENTE Y LA OPORTUNIDAD MENGUANTE.

Anónimo dijo...

¿VISTE LA LUNA CUANDO ESTÁ POR ESCONDERSE EN EL HORIZONTE?

INMENSA, LUMINOSA, OMNIPOTENTE, ADMIRADA Y HASTA DESEADA.

BUENO, SÓLO DURA UN INSTANTE.
NO SE ESCONDE POR VERGÜENZA, SINO PORQUE SABE QUE AL OTRO DÍA DEBE VOLVER A MOSTRARSE.

GABRIEL KALENBERG dijo...

Me quedó boyando una respuesta: la oportunidad nunca es menguante.

No creo en las "oportunidades únicas". Creo en cambio que uno debe construir el momento, hacer girar el mundo propio hasta tener esa luna deseada frente a los ojos.

Anónimo dijo...

ESTUVE PENSANDO:

EN LA PRIMERA SEMANA LA OPORTUNIDAD ES CRECIENTE.

EN LA SEGUNDA ES LLENA.

EN LA TERCERA, MENGUANTE.

Y EN LA CUARTA, NUEVA.

(UPS!, SE PARECE A LAS RELACIONES HUMANAS).

Y LUEGO, TODO VUELVE A EMPEZAR.

QUEDA DEMOSTRADO CIENTÍFICAMENTE QUE NINGUNO DIO CON EL CONCEPTO ACERTADO: LA OPORTUNIDAD ES CAMBIANTE. PERO SIGUE UN PATRÓN DE VARIACIÓN; CON LO CUAL ES CONSTANTE.